Presentación
Presentación
Las evaluaciones de riesgos laborales detectan, en determinadas empresas: lugares de trabajo, puestos de trabajo u operaciones productivas, que presentan situaciones de riesgo de accidente o de enfermedad profesional de alta probabilidad con indicadores de frecuencia o severidad, que exigen especial atención en las medidas preventivas a adoptar.
Las acciones preventivas pueden estar bien diseñadas pero, esencialmente, deben de ser entendidas y aceptadas por los trabajadores que son quienes han de ponerlas en práctica. Hay colectivos de trabajadores de alto riesgo (conductores de camiones de mercancías peligrosas; trabajadores de minas o canteras que mueven grandes pesos y volúmenes; peones de la construcción de edificios o de obra civil que se hallan en posiciones de caída en altura o de cercanía a maquinaria; manipuladores de prensas; guillotinas o extrusores cercanos a áreas de corte o presión..etc) que por exceso de confianza o de celo, por no concebir error o avería, o por infravalorar las consecuencias de las situaciones peligrosas, se desentienden de los protocolos o improvisan acciones espontáneas proclives a la producción del siniestro. Hábitos, en fin, que derivan en actitudes de displicencia y falso sentimiento de autocomplacencia.
Las estadísticas que el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo publica con precisión sobre los sectores productivos o de servicios más afectados por la siniestralidad, demuestran que empresas con un alto nivel técnico de sus prevencionistas y con los planes perfectamente definidos, siguen sufriendo graves accidentes en sus factorías.
Desde el CERpIE hemos entendido los mensajes de la Comisión Europea al advertir que los países miembros no van a tener suficiente con las estrategias convencionales que promueven los empresarios mediante sus sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales, y que van a ser precisos refuerzos en las medidas formativas, con sesiones individuales o en grupos, a trabajadores de altos riesgos similares, para conseguir activar los dispositivos de alerta, reacción y comportamientos, para que con ello nunca rebasen los límites de admisibilidad.
Las experiencias de la aplicación de los procedimientos en los cursos de sensibilización y reeducación de conductores que han perdido puntos de su permiso de conducir en sus primeros cinco años, han demostrado que la mitad de los conductores que han asistido a las sesiones ya no han vuelto a perder puntos, lo cual es un indicio, mejorable pero de gran significación, para entender que se trata de procedimientos que, aplicándose a grupos de personas, incluso rebeldes, pueden dar resultados muy positivos, y más aun si nos atenemos, como es nuestro caso, a metodologías contrastadas a nivel europeo perfectamente extensibles a todas las actividades laborales.
Se trata pues, de dar a conocer los procedimientos a través de la formación a distancia, pero complementar esta formación, con sesiones prácticas, perfectamente demostrativas, las claves de los procedimientos más eficaces.
Objetivos
Se prioriza la formación , la comunicación y la información de los diferentes escalones sociales y laborales, como un elemento básico para conseguir los objetivos compartidos de disminuir los accidentes de trabajo, en lo que puede definirse como una política decidida, para el fomento de la seguridad laboral.
Destinatarios
- Responsables de seguridad laboral y de recursos humanos de las empresas con colectivos de trabajadores de riesgo sobre los que se debe incidir para conseguir hábitos, actitudes y comportamientos seguros.
- Técnicos de prevención de riesgos laborales.
- Profesores de formación vial que trabajan en el sector de las autoescuelas para abrir de manera efectiva su participación en la formación vial en el ámbito de empresas y trabajadores en tareas de apoyo en esta formación específica.
- Formadores en busca de conocimientos, herramientas y métodos a aplicar en sus sesiones formativas de cambios de hábitos y actitudes de riesgo.